“LOS CULTIVOS DE MAÍZ, TÍPICAMENTE, EXHIBEN UNA DISTRIBUCIÓN IRREGULAR DE LOS GRANOS Y UN MENOR CRECIMIENTO COMO SIGNOS INICIALES DE DEFICIENCIA DE BORO. EL ARROZ Y OTROS GRANOS (TALES COMO TRIGO, CEBADA, AVENA Y CENTENO) PUEDEN SUFRIR CLOROSIS Y ESTERILIDAD DE LA PLANTA. EN LA CAÑA DE AZÚCAR, LA FALTA DE SUFICIENTE BORO, A MENUDO, GENERA LESIONES, NECROSIS Y UN DESARROLLO DEFICIENTE DE LAS HOJAS.”
El boro es el micronutriente del que, con mayor frecuencia, hay deficiencia en las plantaciones de caña de azúcar. El rol principal del boro en la caña de azúcar es actuar como componente clave en diversos procesos vitales, como el metabolismo de carbohidratos y el transporte de azúcares a través de las membranas, lo cual es muy importante para la caña de azúcar.
El boro es necesario para lo siguiente:
Los primeros síntomas aparecen como manchas pequeñas, estrechas y acuosas que se desarrollan paralelamente a los haces vasculares de las hojas jóvenes, lo que genera rayas diferenciadas. Las lesiones pronto se agrandan y, posteriormente, el tejido de las hojas puede separarse y formar una fractura, cuyo borde interno será dentado. Las puntas de las hojas pueden tornarse necróticas, el crecimiento apical se retarda y las hojas jóvenes son pequeñas, estrechas y algo cloróticas. Con frecuencia, se desarrollan bandas internas amarronadas en el punto de crecimiento y ligeramente debajo de este. Las plantas jóvenes se agrupan y tienen muchos tallos secundarios. Las hojas fusiformes adquieren un color blanco y se secan.
Se debe tener en cuenta que la enfermedad “pokkah boeng”, provocada por Fusarium monoliforme, y los daños del herbicida Dalapon pueden provocar síntomas similares a la deficiencia de boro.
Cada año, las plantas de caña de azúcar extraen cantidades significativas de boro del suelo. Una vez que una planta exhibe signos de deficiencia, no se puede recuperar plenamente. Consulte siempre con el departamento de agricultura local para verificar las dosis correctas.
Las dosis de fertilización con boro deben basarse en los objetivos de rendimiento junto con las pruebas de suelo o los análisis de tejido (hojas) del cultivo.